Mila, una niña salvada por su madre
Algunas veces se ha promovido la idea de dejar a un bebé llorando solo en una habitación para que se calme y duerma. Sin embargo, esta práctica no es ética, ya que el llanto de un bebé indica que algo no está bien. Esta historia nos da una clara evidencia de ello.
Mila es una niña cuya madre siempre la cargaba en brazos y pasaba noches en vela con ella en el sofá de casa cada vez que lloraba. A pesar de que todos le decían que lo estaba haciendo mal, la mamá de Mila sentía una necesidad innata de arroparla y protegerla cuando escuchaba su llanto.
Después de seis meses de llanto incesante, donde la mamá de Mila se preocupaba cada día y noche, decidió insistir para que la niña fuera hospitalizada y sometida a pruebas médicas. A pesar de que inicialmente no encontraron ningún problema, la madre se negaba a aceptar las recomendaciones de dejar a la niña llorando.
Finalmente, después de un año, descubrieron que Mila tenía un problema grave: su corazón era más grande de lo normal y sufría de insuficiencia cardiaca, lo que había resultado en varios infartos. Es importante tener en cuenta que la tasa de mortalidad de esta enfermedad es del 90%.
Gracias a los cuidados y a la negativa de la madre de dejar llorar a su hija, Mila ha sobrevivido. La niña ahora tiene más de tres años y, después de varias operaciones, lleva una vida normal. Un médico afirmó que la dedicación de la madre fue esencial para la supervivencia de Mila.
Esta historia nos brinda una lección valiosa: nunca debemos dejar a un bebé llorar solo en una habitación. Su llanto puede ser una señal de algo más serio y, como padres, nuestro instinto de protección debe guiarnos a buscar soluciones.